Soñar en grande

Por Ana Rossell (@arossell10)

Este fue el lema de la Selección absoluta en su camino hacia su primer Mundial, el de Canadá 2015. Y nada más lejos de la realidad… Soñaron, compitieron y finalmente se clasificaron. Una vez conseguido el objetivo debutaron en Canadá dispuestas a disfrutar del momento histórico y sobre todo a seguir soñando para llegar lo más lejos posible. Lamentablemente el camino fue corto y tuvimos que hacer las maletas de vuelta a casa en la fase de grupos con la sensación de que pudimos hacer más…

Esa misma sensación es la que tengo a diario cuando me dedico a la gestión deportiva del fútbol femenino español. Es justo reconocer que hemos avanzado bastante con respecto a lo que vivimos las anteriores generaciones de futbolistas en nuestro país, pero también es cierto que a un ritmo mucho más lento que el del resto de países europeos y a años luz del soccer estadounidense. En mi opinión, no podemos justificarlo eternamente con el hecho de que España es un país de tradición  machista porque, aunque en ocasiones lo sea, también es un país donde el deporte rey es el fútbol y en algunos casos extremos, éste se vive como una religión. De hecho, estuvimos muchos meses sin gobierno, pero ¿alguien se imagina los mismos meses sin Liga, sin Champions, sin fútbol?. Yo, desde luego, no…

Por eso mismo, creo que la clave para acelerar ese proceso está abajo, en la base. Desde mi punto de vista ahí está el secreto del éxito porque todas esas niñas que hoy empiezan a practicar fútbol son nuestro futuro. Es en los colegios donde yo visualizo el cambio. En la necesidad de acercar el fútbol a las niñas y establecer que todos los centros educativos que tuvieran la actividad de fútbol como extraescolar, lo hicieran de manera obligatoria tanto para niños como para niñas. Es importante que las más pequeñas encuentren en el fútbol un deporte que practicar como lo son en la actualidad el baloncesto o el volleyball, sin la sensación de sentirse un bicho raro y sin escuchar comentarios que lo tachan de deporte poco femenino.

En la actualidad si eres niña y quieres jugar al fútbol tienes dos opciones:

  • Hacerlo con chicos en equipos mixtos lo cual no me parece negativo siempre que sea haga desde la normalidad y la igualdad puesto que las niñas que desarrollan su actividad con niños en sus inicios demuestran ser más vivas y más espabiladas. Se trata de supervivencia pura en todos los sentidos. Son niñas que aprenden a buscarse la vida y a superar obstáculos desde muy pequeñas.

  • Jugar en un equipo exclusivamente de chicas, lo que supone en muchos casos que las niñas tengan que ser trasladadas por sus padres a muchos kilómetros de su zona de confort cambiando de ambiente y dejando a sus amigas después de clase practicando otros deportes diferentes al fútbol en el patio del colegio.

Desde mi experiencia considero que esto es un error, puesto que en la mayoría de los casos provoca que los padres de esas niñas con instinto futbolístico y con talento acaben convenciéndola de que lo mejor para ella es practicar otro tipo de deporte más cómodo y más conciliable desde el punto de vista familiar.

Es por esto que Estados Unidos nos saca mucha ventaja y la prueba está en que en Canadá consiguieron su tercer título Mundial. Allí han conseguido que el soccer sea el deporte de equipo más practicado entre las niñas. Todo aquello que empezó con la búsqueda de un deporte lo más completo posible como remedio a la obesidad infantil, pasó por conseguir crear referentes como Mia Hamm, Hope Solo o Alex Morgan, continuó con la venta de la Barbie Soccer donde Ken era un mero espectador que iba a animar a la grada y culminó con la escandalosa cifra de 25,4 millones de espectadores delante de los televisores superando incluso a la audiencia de las finales de la NBA de ese mismo año.

Por todo ello, no dejemos huérfanas de fútbol a todas esas niñas que hoy sueñan con ser Cristiano o Messi ya que probablemente mañana se convertirán en las próximas Vero Boquete, Jenni Hermoso o Virginia Torrecilla, y serán espejo y modelo de tantas otras generaciones que viene detrás y empujando fuerte. Permitamos que sigan SOÑANDO EN GRANDE en la Eurocopa de Holanda que está a punto de comenzar. Ahora ya no soñamos, ahora es una cuestión de #JugarLucharYGanar

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