#LaDiferenciaPelayo I Ganar en la derrota

Por Irene García (@IreneGarciaRM)

Dijo Alejandro Jodorowsky, que a veces perder es ganar y no encontrar lo que se busca es encontrarse. Yo, que siempre me he considerado resultadista, abogada del diablo del pase vertical y a pesar de querer ganar incluso por la mano de Dios en el último minuto del añadido, empiezo a entender el relativismo de las cosas. O el lado bueno. España fue dueña y señora del partido frente a Brasil hasta que buenamente pudo, esto es, casi durante tres cuartas partes del encuentro. Brasil fue rácana en ambición y sin embargo, en un vendaval con Marta a la cabeza de la comparsa, ganó el partido.

Y a partir del pitido final, empecé a relativizar la derrota. Porque Irene Paredes maniató durante 80 minutos a una jugadora que tiene los mismos Balones de Oro que, por ejemplo, ella misma. Porque España tiene gol y no lo sabe. Pero lo sabrá. Porque las mejores son las que están, las que faltan y las que vendrán. Porque ayer se corearon unos cuantos nombres acabados en la letra -a.  Hecho que me lleva a ponerme solemne y a pedirles que hablen ahora y pidan asiento de primera clase en el carro, o callen para siempre. Porque España tiene con qué, quiere y puede. Ha dado un golpe en la mesa y se ha hecho propietaria de su propio destino de la mejor manera posible: a través de una gratificante derrota. Ha cerrado por derribo aquella mentalidad que nos obliga a participar porque es lo importante, y el espejo ya le devuelve una imagen madura, adulta, y sazonada por una clase de jugadoras que mezclan el rock and roll de los ochenta y los noventa. España no es Brasil, ni Francia, ni Holanda, ni Alemania. A España le sobra con ser ella misma y ahí es donde encontró su victoria. La derrota fue moral. El resto, más que suficiente para entender cuánto se había ganado.

Foto cabecera ©Todofutboleras.com by Pelayo. PH/Rocío Barrero

Deja un comentario