#LaDiferenciaPelayo: España derrite el hielo en Helsinki

Por Irene Garcia (@IreneGarciaO)

España vence a Finlandia en Helsinki (0-2) y pone pie y medio en el Mundial de Francia de 2019.

Para combatir el frío se puede correr. Aunque en este caso, fuese Finlandia la que persiguiese la pelota cual ratón detrás de un trozo de queso que huele, pero asume que está fuera de su alcance. España echaba vapor por la boca, y ambición por las orejas, y poco tardó el equipo dirigido por Jorge Vilda en quitarse el anorak y afrontar las temperaturas con decisión. La primera que suele por costumbre dar ese paso adelante es Irene Paredes. La central española es un insulto a la mediocridad. Hay algo en ella que me inquieta a la par que me fascina y es, que dentro de su cabeza, no sé si hace más frío que en la propia capital finlandesa. Fue ella quien, de nuevo, con un cabezazo inapelable, hizo entrar en calor a España. La vida sigue igual.

Jorge Vilda ha encontrado además en Virginia Torrecilla y en Patri Guijarro un muro infranqueable hasta para los caminantes blancos. Las dos mallorquinas, que llevan el clima templado en las venas, manejan los tiempos del partido como un diapasón, y para mí, empiezan a convertirse en la mejor pareja de baile que podemos ver en la medular.



España ha conseguido tener un libro de estilo. Y no me refiero a la obligación de jugar de esta o aquella manera, sino a tener recursos en diferentes circunstancias. Ante Finlandia hizo falta lo justo, pero La Roja no fue rácana en fútbol. Sí, muy práctica. Con el golazo de Olga García nada más arrancar la segunda parte, tocó guardar gasolina, sudar menos y soplarse algo más las manos para calentarse.

Es cierto que todavía hacen faltas pruebas de fuego para desarrollar las piernas y la cabeza a la altura de las grandes favoritas de cara al Mundial, pero lo más importante es que la Selección ya es una realidad. Muchos dicen que el frío es algo mental. Pues bien, de mentalidad este equipo va sobrado. Con pie y medio en Francia 2019, España no parece inmutarse de cara al lugar que ocupa, pero va dando pasitos de gigante. Si seguimos por este camino, la Selección tendrá posibilidades de salir victoriosa en su pelea frente a los molinos de viento. Esos que se nos cruzarán en el camino cuando llegue la hora de pelear por algo mucho más grande. De momento, el frío no nos echa para atrás, es más, nos sienta muy bien.

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